Miopía en niños

¿Qué es la miopía?

La miopía es un error de refracción en el que los objetos se enfocan por delante de la retina debido a un exceso de potencia de refracción de la córnea (más curva de lo normal) o por tener el ojo un tamaño mayor de lo debido. En estos casos se ven mejor los objetos de cerca que de lejos. Por eso a los miopes se les ha llamado “cortos de vista”.

La miopía tiene un componente hereditario y aparece generalmente en la edad escolar, entre los 8 y los 12 años, aunque ocasionalmente puede afectar a niños más pequeños. Tiende a aumentar con la edad, progresando lentamente hasta los 25 o 30 años.

¿Qué síntomas produce?

Los pacientes ven borroso de lejos y a medida que los objetos se acercan los van viendo más nítidos. Los niños con miopía pueden ver bien para leer o realizar otras actividades cercanas.

Algunas manifestaciones que se asocian a la miopía incluyen dolores de cabeza, cansancio visual, que se manifiesta como malestar o incomodidad sin que el niño sepa a qué es debido, entrecerrar los ojos para ver bien o dificultad para ver los objetos lejanos como las señales de tránsito o el pizarrón. La dificultad para ver de lejos se acentúa cuando hay poca luz.

¿Cómo se diagnostica?

Se puede sospechar mediante un examen estándar de la visión, en el que se pide al niño que lea dibujos o letras de distinto tamaño en un cuadro colocado al otro extremo de la habitación.

Si la prueba demuestra que la visión es deficiente, el médico usa ciertos dispositivos de examen adicionales. Se utiliza con frecuencia un aparato llamado retinoscopio, que permite ver cómo se refleja en la retina una luz especial que se pasa por los ojos. Dependiendo de cómo se refleja la luz desde el interior del ojo, el dispositivo puede indicar si una persona es miope o hipermétrope.

Como el niño puede modificar el poder de refracción del ojo, porque tiene mucha capacidad de acomodación, para evitar cualquier compensación del defecto de refracción puede ser conveniente realizar el examen después de aplicar unas gotas de un medicamento que «paraliza» la acomodación (y también dilata la pupila).

¿Cómo se trata?

La miopía precisa corrección con lentes. Los cristales son unas lentes cóncavas (más delgadas en el centro que en los bordes) y tienen una acción divergente, es decir, doblan o refractan menos los rayos de luz y permiten retrasar la imagen hasta la retina. La prescripción de lentes para la miopía estará precedida por el signo menos delante del número de dioptrías (por ejemplo, – 2). Si la miopía es leve, una alternativa puede ser permitir al niño sentarse en clase más cerca del pizarrón.

No hay pruebas científicas que indiquen que los ejercicios para los ojos, las vitaminas u otros medicamentos puedan retrasar la progresión o corregir la miopía.

 

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